> Al pie del Guadalquivir: El "misterio" de los cuatro caballos

miércoles, 18 de marzo de 2020

El "misterio" de los cuatro caballos


Fotografía tomada en una salida
procesional de los años 20
Cuatro caballos tenía,
dice una voz popular.
Cuatro jinetes, decían,
sobre el mar de la ciudad.

Uno, muy joven, blandía
una espada sin piedad;
roja la caballeria
y una consigna: ¡Matar!

Del otro jinete huía
temblando la humanidad.
Sobre su espalda saltaban
las flechas en su carcaj.

El tercero sostenía
una balanza sin más.
Pesaba y pesaba días,
sin un mendrugo de pan.

Y del último, decían,
era la hora final.
Una tumba aún vacía;
un muerto sin enterrar.

Del álbum “In ictu oculi”, de NO&DO. Autor: Paco Jiménez.

Dicen las leyendas populares, que el misterio de la hermandad de la exaltación tenía cuatro caballos. Incluso alguno se aventura a afirmar, que por el peso, en más de una ocasión el mismo paso se vio abandonado.

Ha sido incluso carne de poesía esta habladuría, como podemos leer en los versos anteriores, aunque, en los siguientes resuelve:

Cuatro caballos tenía,
dice una voz popular.
Cuatro jinetes, decían,
sobre el mar de la ciudad.

Pero el niño no entendía:
-¿Y los que faltan, papá?
(Llevaba la cofradía
dos caballos nada más).

-Se escaparon un mal día,
cada uno en su alazán.
Cabalgan en noches frías.
Con ímpetus de huracán.

-Son del mundo la agonía,
el hambre... la enfermedad;
las guerras de cada día
que acaso no acabarán.

Y resulta, que hay quienes han relacionado este “saber” popular con una exageración llevada a la exageración. Esto es, porque, ya desde hace más de un siglo, el paso llegaba a alcanzar las tres toneladas y media de peso, y probablemente alguien diría algo parecido a <<parece que van cuatro caballos>>.
Otra interpretación es la de alguien que, nunca mejor dicho, ha sumado dos y dos. Contando los que van arriba, y contando los que van en las cartelas de la canastilla del paso.


Lo que está bien claro, es que, al menos, desde un muy temprano siglo XX, la hermandad contaba con dos figuras ecuestres en el paso, como queda reflejado en los anales históricos publicados en la web de la corporación, donde podemos leer un párrafo correspondiente al año 1901, con motivo de una restauración:

...Restaurar los dos caballos, levantándoles la cabeza y variando las patas a éstos, poniéndoles cola y arreos”

Esto fue llevado a cabo por Emilio Pizarro. Al mismo tiempo que se produce un cambio en la disposición de las figuras del misterio en 1960 por el Profesor D. Ricardo Comas, Juan Abascal talla los dos caballos que actualmente encontramos en el paso.

Quedó reflejado en su informe de restauración:
" Los dos caballos que figuran en la actualidad en el paso de Misterio de esa Hermandad de la Exaltación, fueron tallados por Juan Abascal Fuente en el año 1960 al mismo tiempo que se realizaba la nueva distribución y restauración del resto de las figuras, con idea de acercarnos a la composición que pudo darle Luis Antonio de los Arcos y apoyándonos en el documento presupuesto[…] Los caballos actuales sustituyeron a otro dos de factura artística más pobre y de menor tamaño que no encajaban en la nueva composición del grupo."



Estas dos primeras imágenes corresponden a la etapa anterior a la de Juan Abascal:

En la primera vemos al misterio en su paso por la calle Gerona, en el año 1922. Presidido el paso por el “Sayón de la trompeta”, imagen que no aparece en la disposición actual.


En la segunda, nos encontramos una estampa correspondiente a los años 30 republicanos, en su paso por San Juan de la Palma.




Las otras dos imágenes que hemos escogido, corresponden al año 1965, y podemos ver cómo la trasera del Misterio de la Exaltación luce sus dos nuevos caballos.


Queda clara una cosa, la cultura y leyenda popular sevillana, nunca dejará de sorprendernos y aportarnos nuevos y curiosos datos, así como reflexiones.




¡Con dos o cuatro, pobres aquellas primeras cuadrillas de este “barco”!