> Al pie del Guadalquivir: Amor, dador de vida

viernes, 27 de marzo de 2020

Amor, dador de vida

Detalle del Pelícano a los pies del Cristo del Amor
Fuente: web corporación
Una leyenda medieval contaba la historia de tres crías de pelícanos que, hambrientas, peleaban por su comida y acabaron hiriendo al padre. Este las golpeó y las terminó matando. 


Tres días más tarde, la madre llegó al nido y encontró a sus crías muertas. Se picoteó el pecho y derramó su sangre sobre sus crías, devolviéndolas a la vida y alimentándolas con ella. Por eso, el pelícano quedó como símbolo de amor. 

                                          
Paso del Cristo del Amor
Fuente: web corporación
Jesús también derramó su sangre para la salvación del mundo. Simbólicamente, se ha representado el Amor de Cristo con este pelícano abriéndose el pecho para alimentar a sus crías, las cuales resucitaron al tercer día, al igual que Él.




Jesucristo nos nutre con su amor, nos redime con su sacrificio y se entrega por todos nosotros. Así quedó representado, con la forma del pelícano con sus crías, en el paso del Cristo del Amor. El ave fue tallada por Ruiz Gijón en el 1697, quien también ejecutó el paso. 
                             
El crucificado fue realizado por Juan de Mesa entre los años 1618 y 1620, inspirado en el Cristo de la Clemencia de Martínez Montañés, aunque con algunas diferencias, siendo el del Amor un Cristo muerto. Los tres clavos que lo sujetan a la cruz forman una composición triangular, destacando los retorcidos y cuidados pliegues del sudario, anudado con dos moños en la cintura. Fue el primer crucificado que realizó el autor, a partir de ahí, comenzó a tallar hasta una decena de obras que representan al Jesús Cristo. 
                               

                                                  
Santísimo Cristo del Amor
Fuente: web corporación