> Al pie del Guadalquivir: La Oración en el Huerto en el Barroco

miércoles, 8 de abril de 2020

La Oración en el Huerto en el Barroco



Salió Jesús, como de costumbre, al monte de los Olivos;
y lo siguieron los discípulos.
Al llegar al sitio, les dijo: "Orad, para no caer en la tentación".
Él se arrancó de ellos, alejándose como a un tiro de piedra
y, arrodillado, oraba diciendo:
"Padre, si quieres, aparta de mí ese cáliz.
Pero que no se haga mi voluntad, sino la tuya".
Y se le apareció un ángel del cielo que lo animaba.
En medio de su angustia, oraba con más insistencia.
Y le bajaba el sudor a goterones, como de sangre, hasta el suelo.
Y levantándose de la oración, fue hacia sus discípulos,
los encontró dormidos por la pena, y les dijo:
"¿Por qué dormís? Levantaos y orad, para no caer en la tentación".

Lc. 22, 39-46



Misterio de Monte-Sión
Fuente: web corporación
A lo largo de la historia, este pasaje evangélico se ha representado de cientos de formas posibles. Muchos han sido los artistas que quisieron plasmar el instante de la Pasión de Jesús y cada uno le dio su sello. 

Nos remontamos al Barroco sevillano, concretamente al taller de Pedro Roldán, quien debió de realizar un misterio para la actual Hermandad de Monte-Sión. El Cristo ha sido tradicionalmente atribuido a este escultor (aunque también se habla de Jerónimo Hernández), mientras que el Ángel Confortador es relacionado a la autoría de Luisa Roldán, su hija. Sin embargo, los Apóstoles (Pedro, Juan y Santiago) que hoy procesionan en el misterio son posteriores, salidos de las manos de Castillo Lastrucci. 

La disposición en el paso es la siguiente: En primer lugar, aparece la figura del Ángel portando el cáliz, de espaldas al público, mirando a Jesús, quien se encuentra de rodillas ante él, sudando sangre y en actitud de oración. Tras Jesús se encuentra un olivo, representando el lugar que se narra en el Evangelio, y tras él, los tres Apóstoles dormidos. 

Con todo esto, llama la atención el parecido de este misterio a otras obras del mismo periodo, en este caso, pictóricas. 


"Oración en el huerto", El Greco




Theotokopoulos Domenikos (más conocido como El Greco), plasmó este momento en uno de sus cuadros a principios del S.XVII: "La Oración en el Huerto", que se encuentra en la iglesia de Santa María, en Andújar.

La pintura se divide en dos partes: en la superior encontramos la escena del Ángel con Jesús y, a lo lejos, Judas acompañado por los soldados, que van de camino para prender a Jesús portando unas antorchas. En el registro inferior encontramos a los tres Apóstoles recostados y dormidos.








"Oración en el huerto", Andrés Pérez




Andrés Pérez (1660-1727), también se aventuró a pintar dicha escena, haciéndolo con una composición parecida y, siguiendo modelos de Murillo. 

Jesús vuelve a aparecer de rodillas rezando, el Ángel frente a él y los Apóstoles en un registro inferior, dormidos.




"Oración en el huerto de Getseman", Tintoretto



Lo mismo encontramos en épocas algo anteriores. En el s.XVI, Tintoretto, hizo una representación de características parecidas.

¿Estaría el misterio de Monte-Sión inspirado en uno de estos cuadros?, ¿Qué explicación podríamos darle a que todas estas representaciones, prácticamente del mismo periodo y de diferentes lugares, se asemejen tanto?

Posiblemente, copias o grabados de cuadros extranjeros llegaron a Sevilla, e inspiraron al autor para la ejecución del misterio. 

Sea como fuere, no cabe ninguna duda de que este escultor nos regaló uno de los mejores y más llamativos pasos de nuestra Semana Santa.